Almacenar en la Nube consiste en guardar los archivos en un sistema que te permite recuperarlos desde cualquier lugar con conexión a Internet. La misma aplicación o servicio, permite el acceso a los archivos almacenados desde cualquier sitio y con cualquier dispositivo. Almacenar en la Nube proporciona ubicuidad y seguridad de los archivos al no estar expuestos a las incidencias con los ordenadores o dispositivos.
El almacenamiento en la Nube se asemeja a tener un Disco Duro para guardar los archivos. La gran ventaja es que este disco está accesible a través de Internet y en muchos casos, el sistema utilizado permite compartir esos archivos con otras personas.
El éxito de sistemas como Dropbox o Drive se basa en la posibilidad de almacenar los archivos tal y como el público lo entiende. Son muy útiles para almacenar, su uso es masivo porque cubren una necesidad general de hacer que los archivos estén disponibles desde cualquier lugar. Cualquier persona, utiliza hoy en día varios dispositivos para “andar conectado”, PC, Smartphones, Tablets, lo que se desea con el almacenamiento es que los contenidos estén disponibles en cualquier momento y que se puedan compartir rompiendo con el tradicional aislamiento de los datos de años atrás, antes había que usar el email, discos, cd’s y tarjetas.
Las grandes compañías del Cloud andan desde hace años en una puga sin fin, compitiendo en precios y capacidad de sus sistemas de almacenamiento en la Nube. La pregunta es: ¿Hay algo más que almacenar en la Nube?
Es como si cuando buscas un viaje para tus próximas vacaciones no importase el destino, tan solo los kilómetros recorridos. Habría una competencia entre las agencias de viaje sobre quién ofrece más kilómetros y a mejor precio.
Las grandes empresas de almacenamiento en Cloud ofrecen ya tal cantidad de espacio en la Nube que sus clientes con sus conexiones a Internet actuales tendrían que estar meses subiendo archivos para poder llenarlo. Existe bastante engaño en todo esto pues en muchos casos la limitación no proviene de tu conexión a Internet sino de la velocidad en que ellos pueden aceptar los archivos que subes. Es muy sencillo, te ofrezco 1000 manzanas sabiendo que no comerás más de 50 al mes.
AL FINAL SE DESCUBRE QUE CON SOLO ALMACENAR NO BASTA
Es de escasa utilidad tener 10Tb de archivos almacenados en la Nube cuando:
1) El sistema obliga a sincronizar todos esos archivos para disponer de los contenidos almacenados actualizados.
2) Cuando no se encuentran los archivos necesarios en un determinado momento.
4) Cuando se comparten archivos y se crean problemas de versiones o conflictos.
5) Si no se conoce o se pierde el control sobre los contenidos almacenados y compartidos.
6) Se descubre que el sistema usado no cumple con las normas de privacidad ni de protección de datos.
7) Se tienen multitud de versiones del mismo archivo repartidas en multitud de dispositivos y de personas con las que se comparten.
8) Modificar contenidos almacenados se vuelve una actividad tediosa, conflictiva y carente de orden.
Todo esto ocurre porque las aplicaciones están diseñadas para almacenar y compartir. Se busca un público convencido de que la Nube es sobre todo un almacén de datos con acceso global.
MAS ALLÁ DE ALMACENAR EN LA NUBE
Más allá de almacenar se impone la necesidad de poder acceder, gestionar y controlar lo almacenado. Un sistema como Dataprius coloca el almacenamiento en un segundo plano. Es el momento de trabajar directamente en la Nube, lo más parecido a cuando se hace con el ordenador o dispositivo. No se necesitan miles de Gbs de almacenamiento, lo bueno es que esos contenidos se encuentren organizados en sus carpetas, sabiendo quién puede acceder a ellos y que se haga uso de ellos con un solo click de ratón.
Una biblioteca puede contener millones de volúmenes e incluso alardear de ello. De nada sirven dos millones de libros si no encuentras el que buscas, si al compartirlos no se registra con quién, si hay varias puertas que permiten en acceso sin control, o si cualquiera puede cambiar sus textos.
Por intuición todo el mundo sabe que el futuro del Cloud Computing pasa por disponer de las aplicaciones y de los archivos desde cualquier lugar. Se trata de “Trabajar en Cloud” y no solo “Almacenar en Cloud”.
Existen ya sistemas como el nuestro, cuyo objetivo es el trabajo directo con los contenidos de la Nube. Es un concepto sencillo y simple. La Nube ha de aportar las herramientas necesarias para que el trabajo diario no dependa del ordenador o dispositivo, puedes seguir trabajando desde cualquier otro “cacharro” en caso de rotura, incendio robo o pérdida por virus. Los sistemas que mantienen los archivos en la Nube han de permitir el uso de esos archivos y además disponer de reglas legales y de uso que permitan su control.
Mientras muchos sistemas siguen en su empeño de destacar en cuanto a la capacidad ofrecida, otros estamos en la labor de construir el Cloud del trabajo directo, osea el Cloud del futuro.
Las empresas y profesionales son los primeros que necesitan un control sobre lo almacenado y poder trabajar directamente en ello. Los sistemas no necesitan sincronizar si los contenidos están disponibles de forma rápida y eficaz. Es simple, en ningún Banco ni en ninguna Aerolinea del mundo es necesario que los empleados sincronicen en sus ordenadores todos los datos de la empresa, esto le parece absurdo a cualquiera, pues lo mismo ocurrirá dentro de un tiempo con el almacenamiento de archivos en la Nube que otros están ofreciendo en la actualidad. No se entenderá la simple utilidad de almacenar y sincronizar, se buscará la interacción, el control y la seguridad.
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